Ocho kilómetros separan Santa Pola de Arenales del Sol. Como todas las localidades de la Costa Blanca tiene muy buen tiempo, con clima mediterráneo de suaves inviernos y cálidos veranos. Ambos son territorios costeros con grandes y limpias playas.
Pero Santa Pola es mucho más que mar. Es un bello municipio turístico y pesquero, situado al Sur de Alicante, donde los espacios naturales, las playas, el paisaje y la gastronomía se unen para ofrecerte una apuesta de vacaciones segura. Sus principales atractivos son sus restos históricos, su puerto, sus salinas y sus playas dotadas de bandera azul, símbolo de calidad ambiental otorgado por la Fundación Europea de Educación Ambiental.
En el marco físico lo constituyen tres elementos básicos: la Sierra de Santa Pola, la franja litoral de variada morfología desde el acantilado bajo a las playas de arena, pasando por el arrecife fósil y la albufereña, en la que se ubican las Salinas de Santa Pola declaradas Parque Natural de alto valor ecológico y faunístico.
La Villa de Santa Pola se caracteriza también por ser un espacio idóneo para las vacaciones deportivas. Cualquier opción de ocio es realizable en esta ciudad donde el clima, el paisaje, la gastronomía y la oferta cultural completan una experiencia sensorial altamente estimulante para los amantes del deporte.
En cuanto a cosas que ver en este municipio te recomendamos que des un paseo por todas sus playas, por el Puerto Pesquero de Santa Pola, que te acerques en una pequeña travesía en barco a la Isla de Tabarca, que visites el Cabo, el Castillo, que es una muestra de arquitectura militar renacentista del siglo XVI, la Iglesia de San Antonio de Padua, la Torre Escaletes y El Molino de la Calera.